El Internet de las cosas ha cambiado nuestras vidas por completo, ya que ahora podemos interactuar con otras personas y con nuestras propias cosas, donde sea que estemos y cuando lo deseemos. El Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) surgió de manera natural, ya que tenemos teléfonos inteligentes que tienen aplicaciones que pueden controlar nuestras luces y televisores.
Tenemos autos con hotspots WiFi dentro de ellos y navegación satelital que siempre está conectada. Hay, de hecho, muy pocos lugares que no están integrados en las tecnologías de Internet. Incluso la cafetería más orgánica y natural tiene wifi y una plaza para transacciones comerciales.
Esto ha hecho nuestra vida diaria mucho más fácil y sencilla, ya que a menudo solo necesitamos nuestros teléfonos para llevar a cabo un día completo de negocios. Sin embargo, el efecto secundario es que ahora somos más susceptibles a los ataques cibernéticos, ya que nuestros datos privados ya no son privados y nuestros dispositivos están interconectados en todos los frentes.
La era moderna está viendo algo más, un mundo interconectado que se puede usar para recopilar todos nuestros datos en cualquier momento.
La ciberseguridad debe evolucionar para hacer frente a las amenazas.
Esto significa, en términos simples, que la ciberseguridad se reducirá a una estrategia de defensa en constante evolución que evita que los piratas informáticos controlen sus tareas diarias. Nuestra confianza colectiva en la tecnología no es algo malo, pero es altamente explotable.
Debemos recordar siempre ser inteligentes acerca de cómo almacenamos nuestras contraseñas y de qué manera compartimos nuestros datos con las empresas.
Las empresas de ciberseguridad e Internet de las cosas tendrán que trabajar juntas.
La ciberseguridad tendrá que evolucionar para satisfacer las nuevas demandas de seguridad provocadas por el Internet de las cosas. Ahora, una empresa debe tener en cuenta los sistemas de cámaras interconectados, teléfonos, automóviles e incluso refrigeradores.
Debemos proteger los millones y millones de dispositivos que se utilizan cada segundo del día. Para los profesionales de la ciberseguridad en todas partes, la tarea puede parecer desalentadora, pero es manejable y se controlará algún día. Las empresas de ciberseguridad hacen un trabajo fenomenal y nunca debemos ser controlados por el miedo.